viernes, 7 de julio de 2017

Emprendedora vende bisutería a EEUU




Sus creaciones van a ferias artesanales en Wisconsin. Usa materia prima peruana, muy apreciada por los consumidores estadounidenses.
Sus creaciones van a ferias artesanales en Wisconsin. Usa materia prima peruana, muy apreciada por los consumidores estadounidenses.
Rocío Maldonado.
Maritza Alberca de Del Carpio (55) siempre tuvo talento para los trabajos manuales, pero no fue hasta que se casó y tuvo hijos que se dio cuenta de que podía generar dinero con sus creaciones. Decidió entonces perfeccionar su arte y tomar cursos para aprender distintas técnicas. De a pocos fue ganando clientes hasta que hace tres años, sin proponérselo, empezó a exportar sus creaciones a los Estados Unidos.
Semillas, cerámica cusqueña, plata alpaca son algunos de los materiales que emplea para elaborar collares, aretes o tobilleras, artículos que se venden en ferias artesanales en los Estados Unidos. Su contacto allí es el comerciante peruano Juan Manrique, quien le paga entre US$ 2 y US$ 25 por cada pieza.
De abril a junio, Martiza se dedica a preparar toda la bisutería solicitada por su cliente. De julio a setiembre, teje chalinas y chullos, prendas que deben ser enviadas a los Estados Unidos antes del 25 de octubre.
"Además de la joyería, Juan me pide chalinas y gorros para venderlos antes de la Fiesta de Acción de Gracias, que genera más ventas que la Navidad en EEUU", refiere.
CRISIS AMERICANA
Los efectos de la crisis en el país del norte también se hacen sentir en la actividad de Maritza, que este año ha visto reducido los pedidos de tejidos.
Pero esta coyuntura no la amilana, ya que antes enfrentó una situación peor, cuando en 1992 el masivo ingreso de bisutería importada de China puso en jaque su negocio en el mercado local y le arrebató los clientes que había ganado en el Mercado Central.
"No podía competir por precios y estaba resignada a trabajar solo por pedidos especiales y dictar clases. Hasta que una alumna mía, pariente de Juan Manrique, le habló de mi trabajo. Nos pusimos en contacto y así empezó esta aventura de la exportación", afirma.

Con las madres trabajadoras
De nueve a 14 operarias mujeres trabajan junto a Maritza para surtir los pedidos de Estados Unidos. Su trabajo es pagado al destajo y cada una de ellas gana un promedio de S/. 500 soles mensuales durante el periodo en que son empleadas. Por exigencia de su cliente, las trabajadoras deben ser madres de familia de escasos recursos, a quienes deben apoyar para que laboren en sus hogares. Los materiales usados para la elaboración de la bisutería y tejidos deben ser de origen peruano.
Por cada envío a EEUU, Maritza obtiene una ganancia neta de entre US$ 3 mil y US$ 5 mil. Los gastos de transporte e impuestos son asumidos por el cliente. El precio de una pulsera o tobillera puede oscilar entre US$ 2 y US$ 5; mientras que un collar puede costar US$ 25, dependiendo del material empleado y la técnica usada. El precio de venta final es tres veces mayor.
Su mercado por ahora es el americano, pues en el interno es difícil competir con las importaciones chinas. Por eso cuando no está preparando los pedidos para EEUU, solo atiende pedidos especiales de clientes que buscan productos originales.

Fuente: La republica


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